UNA MERIENDA DE LOCOS

Un conejo blanco preocupado con el tiempo, una malvada Reina de Corazones, el siempre sonriente gato de Cheshire, un loco Sombrerero… Sí, hablamos de Alicia en el país de las maravillas, una de las obras maestras de la literatura, una historia que fascina a todo tipo de lectores, desde matemáticos hasta grandes pintores (el propio Dalí hizo ilustraciones de esta obra), pasando, por supuesto, por el público infantil. Así comenzamos el trimestre.

Gran parte de la dinámica de la historia se estructura en base a lo que divierte a los niños: caer por toboganes sin fin, correr, esconderse, romper cosas, hacer preguntas... Pero Alicia en el País de las Maravillas no es únicamente un libro infantil, claro. Por ejemplo, es un ejercicio de técnica literaria espectacular, lleno de juegos verbales y de significados múltiples que lo convierten en una pequeña maravilla para estudiosos de la lengua. 

También es una sátira de la sociedad de su tiempo, con directas referencias a la realeza (aunque la reina Victoria llegó a recibir a Carroll para felicitarlo por el libro, del que era fan) y a las clases altas de la Inglaterra de la época. Alicia en el País de las Maravillas critica a numerosos estamentos de la época y a su ansia por aparentar delante de los poderosos, y lo hace de forma muy inteligente: en un mundo absurdo  en el que parecen todos una pandilla de tronados.

Y la obsesión de personajes como la Oruga, el Sombrerero o el gato de Cheshire por obligar a Alicia a que se comporte de forma racional cuando todos ellos están como regaderas es una estupenda reflexión sobre... bueno, esencialmente sobre hacerse adulto y la vida que te espera allí. 

Con todo ello, no es de extrañar que se haya convertido en toda una obra de culto que ha sido reivindicada por distintos colectivos ajenos a las corrientes dominantes de la cultura. Por ejemplo, los surrealistas (Dalí, del que ya hablamos antes, uno de ellos) vieron en la lógica narrativa de Alicia algo muy próximo a un sueño. ¡Y con razón!

Parecen todas ellas razones más que suficientes para que nuestros pequeños lectores disfruten de este cuento, que iremos trabajando a lo largo del trimestre con muchas y variadas actividades: lecturas, creación de nuevos personajes y exposición de los mismos, charlas sobre hábitos alimenticios, meriendas saludables e incluso iremos al cine para ver la versión más moderna de la obra dirigida por Tim Burton. De todo esto iremos dando cuenta en nuestras diferentes redes sociales para compartirlos con todos.

Sí, parece que aquí también estamos todos un poco locos. Sigue nuestras publicaciones y así podrás comprobarlo. Empezamos nuestra merienda de locos, nuestra personal aventura en el País de las Maravillas.