MANIFIESTO POR LA PAZ Y LA NO VIOLENCIA ESCOLAR

 

MANIFIESTO POR LA PAZ

 

Los abajo firmantes, alumnado del IES David Vázquez Martínez, suscriben los siguientes

PRINCIPIOS GENERALES:

 

El 30 de enero de cada año se celebra el “Día Escolar de la No-violencia Y la Paz”. Esto se debe a que el 30 de enero de 1948 Mahatma Gandhi fue asesinado por un ultraderechista hinduista que le disparó en Nueva Delhi cuando Gandhi se dirigía a rezar.

Gandhi fue conocido por ser un pacifista que luchó por las libertades civiles y la igualdad de derechos, siempre de una manera no violenta. Una de sus frases más destacables es:

“No hay camino para la paz, porque la paz es el camino.”

Con esto buscaba transmitir un mensaje en el que negaba toda posibilidad de llegar a un futuro mejor si no se buscaba mediante la vía más pacífica. Ese mañana más seguro e inclusivo para todos podría ser alcanzado si toda la humanidad colaborase por la igualdad. La igualdad es la base para promover la diversidad y la tolerancia en todas las sociedades, empezando por la nuestra, nuestra pequeña comunidad educativa, la del IES David Vázquez Martínez, o la comunidad de Pola de Laviana. Y de ahí al resto del mundo. Debemos empezar por reconocer que todos somos iguales. Nuestras diferencias, incluyendo la cultura, el género, la identidad, la discapacidad, la orientación sexual, la nacionalidad, la raza, el origen étnico, la situación migratoria y la religión, son distintos factores que nos hacen únicos y que es necesario celebrar, evitando que se conviertan en algo que nos divide.

Las palabras en ocasiones pueden inducir a la confusión. Últimamente nos hemos acostumbrado a confundir el bien con que no haya conflictos; que se está sano porque no se siente ningún dolor; que se es libre porque no se está entre rejas; o que “COEXISTENCIA PACÍFICA” se interprete como no vivir bajo ningún conflicto bélico, en lugar de referirse a una existencia pacífica real. La paz, la igualdad, la tolerancia, la solidaridad no consisten en la ausencia de guerras; son un don, una mentalidad, una capacidad de gracia, son confianza en la seguridad y la equidad.

Y como esto es nuestro manifiesto por la paz, en él no usaremos eufemismos.

 

ASÍ PUES, NOS COMPROMETEMOS A:

 

1.    No hablaremos de la paz, del bien y la bondad, del respeto y de la tolerancia, de la solidaridad que llevamos dentro, sino que los practicaremos.

2.    Trabajaremos todos juntos y de forma solidaria, con el mismo empeño en lograrlo, porque somos muchos diferentes, pero todos necesitamos lo mismo. Es la hora de sentirse parte de un grupo, y de evitar individualismos absurdos.

3.    Dispondremos de nuestros cuadernos y nuestros bolis, nuestra educación y nuestra cultura. Estos son nuestros medios más fuertes. Cualquiera de nosotros puede mejorar las ideas de este mundo actual.  

4.    En nuestra búsqueda particular (y también universal) de una vida justa y sin violencia deberemos situar el intelecto a disposición del cariño, del afecto y del querer.

5.    No hablaremos solo con nuestros amigos, lo haremos también con los enemigos, porque hay que acercarse a todo el mundo para poder hallar un punto de entendimiento.

6.    Ayudaremos a otras personas, porque vivimos en unos tiempos donde se habla constantemente sobre la paz, pero muchos ignoran que una de las mejores formas de llegar a ella es a través de la solidaridad, de la ayuda al próximo prójimo.

7.    Apartaremos nuestro egoísmo, nuestra egolatría y nuestro narcisismo para batallar por la paz y la convivencia.

8.    Abriremos nuestra mente para despejarla de cualquier recelo y llenarla de cariño, entendimiento, respeto y libertad. Siempre será preferible provocar una sonrisa a alguien que un lamento.

9.    Lucharemos por la armonía, que significa escoger lo correcto y fomentar el bien.

10. Dejaremos de exhibir la crueldad y de hacer escarnio público del débil. En su lugar mostraremos los afectos, las sensibilidades, las debilidades, lo que nos une y nos hace humanos.

Y POR ELLO EXIGIMOS:

 

1.    Vivir en un ambiente sin violencia. Es un derecho humano y obtenerlo ayudará al bienestar de la población. Por eso tenemos que buscar la paz y ensayarla a menudo tanto personal como colectivamente.

2.    Acabar con todas nuestras desigualdades, esas tan diminutas que terminan formando enfrentamientos enormes. 

3.    Dejar de crear trabas y aumentar las contribuciones, las voluntades, la fe, los fundamentos, la ley.

4.    Habitar en un mundo sano, donde el rencor solo sea un vago recuerdo y la igualdad no sea una vana ilusión.

 

 

 

Quizá la respuesta no parezca al alcance de nuestra mano, pero sí en lo que decimos y que aquí suscribimos, si es que realmente lo queremos y lo creemos.

Y siempre recuerda que cuando te mantienes indiferente ante un hecho inmoral, declaras que eres parte del grupo avasallador.

 

 

 

 

 

En Pola de Laviana, a 30 de enero de 2022.

Alumnado del IES David Vázquez Martínez.

 

 

 






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