LA VIDA DE LAS PALABRAS: LA PLUMA Y EL CALAMAR
¿Sabías que las palabras tienen cumpleaños? ¿Alguna vez te has parado a pensar cuánto tiempo hace que se empezaron a usar? A continuación te vamos a contar una historia sobre la palabra calamar, para que el día que te inviten a una comida y estés degustando al apreciado cefalópodo sepas decirles a tus anfitriones cuándo es su cumpleaños. Obviamente, hablando de forma figurada.
Todos sabemos que una de las recetas más típicas es la de los calamares a la romana, y el caso es que la palabra calamar proviene del latín calamarius (que contiene cañas para escribir), y esta a su vez de calamus (caña o pluma que se utilizaba para escribir en la antigüedad y que se obtenía del tallo de una planta o de una pluma de ave).
Resulta sorprendente que este molusco con tentáculos esté tan relacionado con la escritura que incluso se diga que tendría que ser la mascota de los escritores por contener en él lo necesario para escribir: pluma y tinta. Por un lado, comprobamos que su propio nombre tiene una estrecha relación con el instrumento para escribir; pero es que además el calamar alberga en su interior una concha córnea que tiene forma de pluma, lo que se denomina “pluma del calamar”.
Probablemente tus anfitriones la hayan desechado cuando limpiaban los calamares. Y por si esto fuera poco, todos conocemos la famosa tinta del calamar. ¿Sabíais que la segregan para defenderse cuando se sienten atacados? Una mirada poética lo relacionaría con el hecho de que los escritores a veces se desahogan o se defienden ante algo escribiendo con el líquido negro que los calamares segregan cuando están en la misma situación.
¿Y qué hay de pluma? Pues es preciso señalar que ya el Diccionario de autoridades presentaba varias entradas, entre las que se incluía una que hacía referencia no solo a la pluma de ave que se usaba para escribir sino a cualquier instrumento que tuviera esa función. Por cierto, en ese primer diccionario aparece también el sustantivo cálamo como sinónimo de… Pluma, efectivamente. Como veis, más relación con la escritura no se puede tener.
En cuanto a dibujos animados… ¿Quién no conoce a Calamardo? Y actualmente, una serie muy famosa de Netflix contiene esta palabra, la popular El juego del calamar.
¿Te imaginabas que una palabra de 7 letras, 3 vocales y 4 consonantes iba a tener tanta historia detrás? Por cierto, que en latín calamar se decía lolligo y claro, con ese nombre, los antiguos romanos todavía no se habían atrevido a inventar la receta de calamares a la romana.
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