LA VIDA DE LAS PALABRAS: DE SIERVOS A MINISTROS


Tal vez estés acostumbrado a escuchar hablar a los ministros de tu país pero, ¿alguna vez te has parado a pensar cuál es el origen de la palabra ministro? O ¿te has cuestionado qué antigüedad tiene? No te preocupes si aún no tienes respuesta para estas preguntas porque para cuando acabes de leer este artículo conocerás todos estos datos y muchos otros más. 

Como bien sabes, en el Diccionario de la RAE (DRAE) podemos encontrar el significado actual de esta palabra, cuya primera acepción apunta lo siguiente: persona que forma parte del gobierno como responsable de uno de los departamentos en que se divide la Administración Superior del Estado. Pero probablemente no te hayas parado a pensar desde cuándo tiene este significado. En el Corpus diacrónico del español (CORDE) encontramos varios documentos antiguos, concretamente algunos del conocido poeta Gonzalo de Berceo del siglo XIII, como Del sacrificio de la misa, donde ya vemos la palabra ministro en su forma actual. ¿Crees que por aquel entonces tendría el mismo significado que hoy? Si tu respuesta es no, estás en lo cierto. Entonces la palabra ministro hacía referencia a determinados religiosos. 

 

Desende el ministro que sierve al altar

prende osculum pacis, signo de caridat;

comulga ende toda essa socïedat,

canta el coro laude de grant solempnidat.

 

Como se puede comprobar, en este documento se refiere al clérigo entre cuyas funciones está oficiar la misa. Esto no es nada extraño si tenemos en cuenta su sentido etimológico, y es que esta palabra proviene del latín minister, cuya raíz “minus” unida al sufijo “-ter” se utilizaba para referirse a los servidores y, en ocasiones, específicamente a aquellos que sirven a Dios. Esta palabra venía a significar criadoservidor, subordinado…  

Resulta este un dato curioso, que la palabra ministro tiene relación con la palabra siervo. Los significados de esta última han variado mucho a lo largo del tiempo, como podemos comprobar en los diversos diccionario históricos. Resulta claro que es bien diferente el siervo de Dios, que el siervo de un señor feudal o un siervo en la actualidad.


de siervos...



...y clérigos...


...a ministros.

Esta palabra, de raíz indoeuropea, proviene del verbo servire y, como curiosidad, decir que nuestras servilletas tienen el mismo origen.

Otro hecho que relaciona ambas palabras, es que en la antigua Roma, el emperador llamaba ministros a sus siervos de confianza. De ahí que las monarquías medievales, según una teoría, hereden el concepto de minister bajoimperial y la palabra ministro continúe evolucionando hasta actualmente designar a los individuos que dirigen cada departamento en que se divide la gobernación del Estado, como ya hemos comentado anteriormente. 

¿Y qué hay de los diccionarios? ¿Reflejan esta evolución de los significados a lo largo de la historia de las palabras? Pues la primera aparición de ministro la encontramos en el diccionario de Covarrubias, en 1611, queriendo significar el que ministra y sirve a otro. Un significado un poco más completo de la palabra ministro la podemos encontrar en el Diccionario de autoridades, en 1734. En este se añade como ministro al juez que se emplea en la administración de la justicia o en el Gobierno y para designar a los Alguaciles u oficiales inferiores de un Juez.  Como vamos comprobando, ya empieza a tener cierta similitud con el significado que más popularmente conocemos hoy en día.


  

Y es que, al fin y al cabo, después de conocer esta historia de siervos y ministros, comprobamos cómo su significado etimológico y su relación se fue perdiendo poco a poco a lo largo de la historia, aunque siempre quedarán algunos pequeños rasgos que mantengan ambas palabras unidas. Confiemos en que así sea.


ALBA R. y NARA A.


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