LA VIDA DE LAS PALABRAS: DE SECRETOS Y SECRECIONES

 

Todos alguna vez hemos oído hablar de la palabra secreto ya que es una palabra que se usa con bastante frecuencia en nuestro vocabulario habitual, pero lo cierto es que poca gente conoce de dónde proviene esta palabra y qué tiene que ver con la palabra secreción. Sí, habéis leído bien, vamos a ver qué relación hay entre un secreto y una micción.

Como todos nosotros sabemos, un secreto es una cosa que cuidadosamente reservamos y ocultamos. La palabra secreto proviene del latín “secretus” que es el participio pasivo del verbo “secernere”, que quiere decir “poner aparte”. En nuestro vocabulario tenemos muchas palabras derivadas de la palabra secreto, como son secretaría, secretario, secretismo, etc. (Por cierto, que si alguien observa el diccionario de Covarrubias, verá que todavía no había secretarias, aunque sí secretarios).

La palabra secreto la encontramos ya desde los orígenes del castellano y desde entonces mantiene su significado fundamental.

Pues al igual que secreto, la palabra secreción también proviene del latín, de “secretio”, compuesto por el sufijo –tio sobre la palabra “secretum”. Las dos palabras, por tanto, hunden su raíz en el mismo verbo latino, “secernere”, “poner aparte”.

Y es que, en definitiva, incluso más que los propios secretos, todos deseamos poner aparte las secreciones.

HUGO R.