CÓMO ME HICE FEMINISTA. UNA GENEALOGÍA PROPIA, por Ana Yáñez
Dentro de las actividades de la biblioteca para el mes de marzo, hemos propuesto a los alumnos de 3º y 4º ESO que nos hablen de mujeres, aquellas que les hayan cambiado la vida. Una escritora, una científica, la madre, la abuela,...mujeres que les hayan influido y que les hayan servido como ejemplo. Empezamos dando muestra de estas pequeñas genealogías las profesoras del centro. Hoy, Ana Yáñez nos habla de su madre.
Ana Suárez Suárez
Me hice feminista rodeada
de mujeres. Mis tías, mis hermanas y especialmente mi madre, han sido mi nido.
Mi madre, reflexiva,
paciente, sabia y jovial, tenía la mirada larga para casi todo. Esas eran sus
armas y en ellas fui creciendo.
Tengo para mí un recuerdo
que me reconcilia con la vida. Mi madre con sus gafas de lectura ante dos o
tres tomos del Espasa Calpe, abiertos y repartidos sobre la mesa del Comedor
(sí, antes había comedores en las casas) y al lado, también abierto, el
periódico de La Nueva España. Muy concentrada, como mística, buscaba las palabras
o pistas para completar alguna de las referencias del crucigrama a doble página
que traía el número de los domingos. Este despliegue de libros abiertos o apilados,
lápices para anotar y recortes de papel para marcar las páginas, podía durar
varios días según fuese la resistencia de las palabras a ser encontradas. Si le
hablabas, tardaba un rato en volver en sí, pero siempre te respondía.
Yo la miraba y quería para
mí ese encantamiento.
Le
robaba a lo doméstico lo que hiciera falta para poder escribir una letra en las
celdas o la palabra entera que, por fin, se le venía a la
memoria, o bien para cerrar el tomo V y coger el VII porque iniciaba una nueva
búsqueda de la definición que la traía de cabeza.
Yo miraba aquellos pesados y
gruesos tomos, desvencijados por el uso, capaces de abducir a mi madre, y
quería para mí esa perseverancia.
Lo hacía todo desde la
certeza de que las cosas iban a ser de otra manera, no tanto para ella, pero sí
para sus hijas.
Y eso me guió en la vida.
Rectifico. No me hice
feminista. Crecí feminista. No podía ser de otra manera.
Ana
Isabel Yáñez Suárez