DE ÁRBOLES Y DE HOMBRES: LOS ÁRBOLES MÁGICOS DE BRUJAS, MUERTOS Y FANTASMAS

Nuestro proyecto de biblioteca quiere dejar clara la relación existente entre los árboles y las personas desde hace miles de años, relaciones que se han mantenido en muchas culturas a través del folclore, la religión o la literatura. Los árboles, y los bosques, son parte de nosotros porque son parte de nuestra cultura: simbolizan desde el Edén bíblico, hasta el refugio del bandolero, del perseguido o del enamorado, etc. La sociedad urbana moderna nos hace olvidar a veces esos lazos que nos unen con la naturaleza. Para evitarlo contamos con las tradiciones y la literatura. Recogemos en esta publicación de noviembre, de samhaín, de noche de muertos, de güestia o santa compaña, algunos ejemplos de leyendas de brujas, espíritus, vampiros, … asociadas a los árboles. Disfrutadlas con nosotros.

Viajemos hasta Italia, a la Toscana, en donde encontraremos unos cuantos árboles mágicos:

El olivo de la bruja (Toscana) fue plantado por los etruscos antes del nacimiento de Roma. La leyenda narra que una bruja, todos los viernes, durante sus ritos sabáticos, danzaba en torno al olivo obligándolo así a retorcerse hasta su forma actual.

Olivo de la Toscana. Foto cortesía de "Los árboles mágicos, by Óscar Gaitán.

En esta región italiana también se encuentra un famoso roble, elegido por las brujas para bailar en sus aquelarres sabatinos, lo cual provocó el desarrollo inusual de sus ramas, y del que, según la leyenda, los asesinos colgaron a Pinocho (sí, el muñeco de madera que todos conocemos por el famoso cuento de Carlo Collodi), cuando querían robarle.

Roble de la Toscana. Foto cortesía de "Los árboles mágicos, by Óscar Gaitán.

Y sin necesidad de cambiar de ubicación, se puede ver il castagno di Fredi, que tiene 2000 años. Hace siglos, dos jóvenes de familias rivales se enamoraron a su sombra. Incapaces de vivir su amor, se suicidaron junto a él. La leyenda dice que las sombras de los dos amantes deambulan por el bosque alrededor del castaño.

El castagno di Fredi. Foto cortesía de "Los árboles mágicos, by Óscar Gaitán.

En España podemos “disfrutar” de la leyenda del vampiro de Guadalajara. Todo comienza en Guadalajara, 1880. Por entonces empezaron a aparecer cadáveres de perros y gatos por todo el municipio. Lo más aterrador era que aparecían totalmente desangrados. El pánico se generalizó cuando además empezaron a aparecer cuerpos humanos en las mismas circunstancias. Se sospechó de la existencia de un vampiro por la zona y se organizaron vigilias para capturarlo. Fue buscado durante mucho tiempo hasta que lograron los vecinos capturarlo. Una vieja curandera aseguró que la manera de acabar con el vampiro era clavándole una estaca de ficus pertusa (un camichín). Después de matarlo, fue enterrado en el Panteón de Belén, colocando una enorme losa en su sepultura para evitar que la horrible criatura pudiera escapar. La piedra se rompió y de ella brotó una rama de ficus pertusa. El árbol no fue talado por temor a que el vampiro resucitara. Hoy en día se cree que el día en que el árbol caiga, el vampiro será liberado y de nuevo volverá el terror a Guadalajara.

Ficus pertusa del vampiro de Guadalajara. Foto cortesía de Los árboles mágicos, by Óscar Gaitán.


Si volvemos a Europa, nos encontraremos la picea de las brujas (Vilkyskiai, Lituania) que tiene 34 metros de altura y cuyos 18 troncos se ramifican a 80 cm, pareciendo el cabello enredado de una bruja. Una leyenda dice que la escoba de una bruja se convirtió en el árbol porque la bruja conoció a un hombre que la enamoró hasta el punto de olvidar su escoba hasta la medianoche.

La picea de las brujas. Foto cortesía de "Los árboles mágicos, by Óscar Gaitán.

Sigamos en el bosque y observemos esos hongos que conviven con los árboles. En Europa hasta bien entrado el siglo XIX, existía la creencia de que los hongos eran obra de espíritus malignos o brujas. No es de extrañar. Imaginaos que en esto que vas por el bosque y te encuentras con … los dedos del hombre muerto (xylaria polymorpha).

Dedos del hombre muerto

En los bosques es muy normal encontrar anillos de hongos. En España son conocidos como los corros de brujas; en Francia se llaman anillos de hechiceros; en Austria, anillos de brujas. Una leyenda tirolesa afirma que fueron quemados en el suelo por la ardiente cola de un dragón. En Holanda se los llama anillos de hadas y se dice que eran las marcas donde el diablo descansaba su batidora de leche. En Inglaterra, sin embargo, eran lugares donde las hadas venían a bailar. Los hongos eran los asientos en los que se sentaban a descansar. En Gales, los anillos están asociados con la fertilidad y la fatalidad. Nadie se atreve a ararlos para no enfadar a las hadas. Y se piensa que, si los animales pastan en ellos, su leche se pudrirá. En general, en todas las tradiciones se tiene la creencia de que cualquier persona que se atreviera a entrar en estos círculos quedaría ciega, coja o incluso desaparecería para convertirse en esclavo del mundo subterráneo de las hadas.






¿Y tú? ¿conoces alguna leyenda similar de tu zona? ¡Compártela con nosotros en los comentarios! 


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