EN NOMBRE DE LA PAZ
[…] Es
claro que nuestro mundo debe cambiar y que cada uno de nosotros debe romper la
fatalidad de su propia indiferencia. Esa transformación que nos urge, en
momentos en que los rascacielos de las finanzas del mundo parecen desplomarse
sobre nosotros, cuando las fragilidades de nuestra civilización se manifiestan
con mayor claridad, esa transformación, que sentimos imprescindible, comienza
en lo profundo de nuestro corazón. Porque lo que se está cayendo en este mundo
es la irresponsabilidad y el egoísmo. ¿Cómo pensamos salvar el planeta si no
aceptamos consumir de manera diferente y, por lo tanto, si no aceptamos cambiar
nuestros hábitos y nuestros placeres? ¿Cómo creemos que podremos sobrevivir a
las mareas humanas de los que emigran si no aceptamos reconocerles a ellos el
derecho a desear lo mismo que nosotros deseamos?
Con
nuestra palabra podemos reclamar otras relaciones, otros compromisos, otras
soluciones. Podemos aceptar acuerdos comerciales menos buenos para nosotros,
pero sí más justos. Podemos buscar mayores inversiones solidarias y menos
rendimientos especulativos. Podemos ofrecer más diálogo y menos imposiciones
por la fuerza.
Sobre
todo, podemos no resignarnos. Porque resignarse es morir un poco, es no hacer
uso de la posibilidad de escoger, es aceptar el silencio. La palabra, en
cambio, precede la acción, prepara el camino, abre las puertas. Hoy debemos más
que nunca usar la voz para romper cadenas.
Tengo
la profunda convicción que cuando hablamos, estamos cambiando el mundo. Las
grandes transformaciones de nuestra historia siempre fueron anunciadas antes.
Así llegó el hombre a la Luna, así se cayó el muro de Berlín, así se acabó el
apartheid. Yo espero que así tiene que desaparecer también el terrorismo.
Los
invito a imaginar un mundo donde el hombre culmine su destino, donde los
valores del alma dicten las decisiones y el amor rija los pueblos [...]
Busquemos juntos los tesoros que se esconden en lo recóndito de nuestra alma y
en los orígenes de nuestras civilizaciones. Confiemos que todo es posible […] y
que de las contradicciones que vivimos hoy pueda salir un nuevo mundo, ese que
seguimos buscando después de Colón, el que desde Oviedo reclamamos, el mundo de
la Concordia."
Ingrid
Betancourt, Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2008.
Así inauguramos el año y la temática mensual de la biblioteca🏫.Este mes el centro celebrará el Día mundial de la paz. A propósito de ello, las actividades de la biblioteca del instituto girarán en torno a este asunto tan deseable y que, a veces, tan lejano nos resulta. En este mundo 🌍 de hoy parece más necesario que nunca educar a nuestros jóvenes en el respeto, la tolerancia, la igualdad y la diversidad,...en valores que nos permitan la convivencia en paz🕊. De ahí nuestro panel, con un montón de brazos (realizados por los propios alumnos) diversos, pero todos iguales, anhelantes de PAZ🕊. Esperemos que esta no resida en las estrellas ✨y sea más fácil de alcanzar.
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